Un viaje espiritual creado desde el reposo, reseña de Bantú

Nacida en 2017, Ruanda Records ha sido de los mayores pilares del underground español. Su CEO y beatmaker Ciclo se ha hecho un nombre más allá de Córdoba y eso queda más que claro con la creación de este supergrupo llamado ‘We Ruanda’.

Formado por Elphomega (MC), Escandaloso Xpósito (MC y saxofonista) y Guerrita (MC) aparte del propio Ciclo, este proyecto cuenta con la ayuda en producción de los ya colegas Manu Beats, Lost Twin y Zack Nelson. Siendo ‘Bantú’ el primer LP de esta formación, se nota la madurez de cada uno de sus integrantes, creando un rap para adultos principalmente. Las expresiones, lenguaje y referencias hablan desde el reposo y sinceridad, no desde los lujos ni el bling bling como la mayoría. Cosa que se agradece, siempre está bien salir del molde convencional del gueto, que es lo que abarca la conversación mayoritaria de nuestro hip hop actual.

La sinceridad madura, la normalización de la comedia cotidiana que castiga a todos en la mayoría del proyecto, sin ser una sátira forzada ni poco natural, este álbum se acerca mejor al comedy rap que el propio género en sí, característica principal del elepé donde se nota la experiencia de OG’s como Elphomega, que domina esa faceta como nadie en nuestro rap. Personalmente, la apertura del disco me parece lo mejor del trabajo y lo que mas jugo contiene: abriendo con el single ‘Políticas humanas’ (que ya comenté en su respectivo post), que abre el LP con serenidad. Entre vibes jazz y añoro por su legado, Elphomega recuerda su figura como OG del rap game. Le sigue la trágica ‘Planetas mal’, corte donde entre jerga sobre astrología y creencias varias, se van narrando situaciones que terminan de manera poco entusiasta para los partícipes, recordándome ligeramente a la prosa de Thomas Hardy. La instrumental se siente misteriosa, ligeramente cuidad por Manu Beats que junto a Xpósito logran crear la atmósfera (nunca mejor dicho) necesaria para el devenir del tema. La producción sigue siendo orgásmica en 'Perdona', el tema que mejor maneja el groove del proyecto, de manera escandalosa por parte del infravalorado Lost Twin.

Los tres MC reflexionan sobre su relación amorosa con una mujer, de manera sincera, madura y que hace falta dentro de un discurso tan joven y falto de personalidad, así sí. 'Mr. Deleznable' juega con las texturas más abstractas del proyecto, las vibes grises y poco ortodoxas de Lost Twin se adaptan bien a la voz tan lejana por parte de Guerrita, que en esta ocasión nos presenta el paisaje de manera solitaria. 'Krazy Kat' es de los ejercicios de rap mejor ejecutados de todo el LP. El título hace referencia a la tira cómica creada por George Herriman un siglo atrás, el beat juega con la nostalgia y el groove de manera exitosa, con un break clásico de batería que rememora esa golden era de nuestro gran querido género.

Limitador’ es de las canciones que más invitan a tenerla en repeat. Una balada lenta, con una línea de sinte temple, con pequeños arañazos digitales y un saxofón como siempre apetecible de Xpósito. Se siente ese mensaje de OG relatando el amor por la música, no tanto por llenar estadios ni ser relevante, líneas como 'Eso que odio, a veces lo extraño, hoy no haremos la taquilla del año' reflejan el feeling general del proyecto, crear momentos para el alma más que para el consumo rápido, y vaya si lo logra en cortes como este. En 'Recepción Decepción' no termina de llegar a ese clima frío que reclama la canción, Guerrita y Xpósito nos plantean un storytelling cocido a fuego lento que termina de forma descafeinada. Llegando a una parte donde se me atraganta ligeramente el álbum siendo claros, cortes como ‘Osana’ son de los menos enganchantes, a pesar de que tiene un beat espectacular, groovy y tejido a la perfección no siento que la lírica juguetona de Elphomega sea tan catchy como en siguientes temas. 'Unfakeable' es mi tema favorito de todo Bantú. Una declaración de autoestima y de tener los pies en la tierra por parte de Elphomega en su totalidad. Ya en esta etapa de su carrera, vemos al malagueño más sincero, haciendo un ligero repaso sobre su carrera sobre un beat espléndido de Ciclo, que acompaña a declaraciones sobre la autenticidad y legado bajo el lema ‘Mi estilo es no tener estilo’, una belleza sonora lo de este tema. Bantú cierra con ‘Check azul’, track que juega con las vibes más lunáticas del proyecto diría yo. En una especie de reflexión y pulla a las redes sociales, Elphomega declara 'Tantos tontos verificados que se podría llenar un puto meeting' (justo hoy Delaossa le ha tirado beef en su nuevo álbum) mientras que Ciclo de manera sobria cierra el proyecto, no con sus mejores barras pero con el mood necesario para echar el telón a esta espiritual y contundente álbum.

Lanzado el pasado día 28 de febrero (Día de Andalucía), Bantú se define como una obra orgánica, que no busca estereotiparse en ningún tipo de casilla, flota por nuestros oídos cuál diente de león en otoño. Se nota la madurez de cada integrante del grupo: desde las atmósferas bien trabajadas y mimadas en producción hasta la (no) búsqueda de hilos cohesivos en cuánto a la narrativa lírica del proyecto, no hay nada que inicie ni nada que finalice, se sienten historias contadas desde la experiencia por estos sabios conocedores de la vida.

Él nerdismo de Elphomega, la claridad y ordenación que nos da Guerrita, la buena estructura sonora que regalan Ciclo y Xpósito. Todos los movimientos de este proyecto no tienen orden, pero sí tienen sentimiento, cosa bastante rara de ver en la industria actual. Por eso yo personalmente valoro tanto a Bantú, no es un disco que necesites, pero que cuando lo tienes en tus manos es imposible dejar de quererlo, juega con tus sentidos de la mejor manera posible.